En alguna ocasión se ha preguntado usted ¿cuántos latinos hay en Estados Unidos?, ¿cuántas camas deben existir en un hospital?, ¿cuántas carreteras son necesarias para que los residentes de un área puedan dirigirse fácilmente de un lugar a otro?, o ¿cómo se determina cuántos niños van a estudiar en un distrito escolar?, estos datos se conocen debido al Censo que se realiza a nivel nacional cada diez años.

Jaqueline Quiles, vicealcaldesa de Newark, fue una de las personas que lideró la campaña para que los latinos residentes en Estados Unidos accedieran a censarse. Este conteo “determina cuántos fondos federales y estatales, y todo el dinero que esta ciudad va a recibir”, el cual se ve reflejado en becas, hospitales, escuelas, carreteras, centros comunitarios, “todos son determinados por el Censo, hasta las camas de los hospitales”.[1]  El estado de New Jersey – Estados Unidos cuenta con una población de 8.882.371, según el conteo realizado en el año 2020, y Newark es una de sus ciudades más pobladas, con un total de 311.549 habitantes.

Para Jacqueline, comenzó a ser crucial que los latinos entendieran la importancia del Censo, por lo cual realizó junto con otras personas y la comunidad, una campaña que duró un poco más de dos años. Esta campaña se realizó en “diferentes idiomas, involucramos a toda la comunidad y cada miembro de diferentes organizaciones formaron parte, y no lo hice sola, lo hice con un grupo, con una junta de activistas de toda la ciudad, de diferentes países, de diferentes idiomas y organizaciones que ayudaron a que nosotros contáramos a la comunidad”, además de que el alcalde de la ciudad aseguró fondos para los próximos 10 años, es decir, para el próximo conteo.

Teniendo en cuenta que el conteo se realizó durante la pandemia, el liderazgo de Jacqueline se vio reflejado en estos tiempos, pues fue una de las personas que siguió realizando las consultas a la comunidad sin importar la situación. Por otro lado, otro de los obstáculos que tuvieron fue “el ataque que hubo de la Casa Blanca[1] [2]  hacia la comunidad latina”, según Jacqueline, se trató de una represaría del gobierno hacia los latinos, lo que conllevó a un nivel de dificultad para convencer a la comunidad que llenara el censo, pero una de las ventajas para contrarrestar esta situación, fue el haberse preparado con anterioridad y haber involucrado a tantos líderes al interior de la campaña. Todo esto fue una situación complicada, “los inmigrantes vinieron a este país a buscar una mejor vida, y que ellos no tengan la ayuda necesaria porque la Casa Blanca te está diciendo que tú no vales porque no eres legal en este país, que tú no cuentas, que tú no te mereces tener una cama en un hospital, que tu hijo no necesita una silla en la escuela, porque hasta las sillas de las escuelas son contadas por el censo”.

Debido a esa desconfianza en el Censo por parte de los latinos, Jacqueline y su equipo, tuvieron que acudir a estrategias que permitieran un acercamiento a las personas, como por ejemplo, escoger a las comunidades donde sabían que había un bajo número de personas latinas, “les tocábamos a la puerta, y los contábamos”, para que esto funcionara, “la clave fueron los representantes que formaron parte de esa junta”, “teníamos muchos líderes en las iglesias (…) de todas las religiones en sus templos hablaban del censo, fue un trabajo en conjunto, no solamente de los activistas, las religiones, la ciudad, todos los departamentos y la voz del alcalde”. La comunidad comenzó a entender “qué es el censo y cómo lo pueden usar para su beneficio, no solamente los latinos sino todas las nacionalidades”.

Durante la campaña, asegura Jacqueline que “una cosa que hicimos que fue bien bonita, fue que nosotros involucramos a todos los niños, de todas las escuelas, de todos los grados, a crear el logo del censo” le entregaron una beca de mil dólares a la escuela ganadora, más de cuarenta mil estudiantes formaron parte de la campaña del censo. Gracias a todas las estrategias que realizaron, lograron tener apoyo económico de diferentes sectores “nos dieron dinero para hacer la publicación en diferentes idiomas, que es difícil tener traductores en diferentes idiomas, y eso llegó aquí y eso se distribuyó, porque todo el mundo entendió que eso tenía que ser una campaña en todos los idiomas, fue increíble y fue un suceso porque fue una colaboración con la ciudad y con la comunidad y por eso fue que ganamos”

El paso a seguir, comenta Jacqueline, al conocer los resultados del Censo, “ahora es una pausa para sentarme y analizar todo lo que hicimos, cómo vamos a usar las herramientas del censo, los números de los latinos, el servicio que estamos brindando a la comunidad y ponerlo todo junto, y hacer estrategias para seguir hacia adelante”, además de que le parece importante que los latinos “entiendan que escogieron a personas que están batallando, que están peleando y que están movilizando todos los fondos en el modo correcto y eso es lo que hicimos”. “Mi legado es (…) que cuando yo abra esa puerta, me vaya, y la cierre, que yo deje a otra mujer latina aquí u otro latino en este puesto, porque no puedo sentirme como que yo quiero ser la única, todos tenemos que coger a un joven y prepararlo para que sigan convirtiéndose en líderes. Yo creo que ese sería el legado.”

La labor realizada por Jacqueline, es exaltada por la comunidad, pues gracias a su dedicación en el proceso de la campaña y el conteo, se logró tener una mayor cantidad de habitantes latinos censados, y esto conlleva a la apertura de posibilidades de mejorar la calidad de vida de los latinos residentes en Estados Unidos. Además, la unión y solidaridad de la comunidad también fue clave en todo este proceso, estos líderes y lideresas son quienes necesitan las comunidades para poder avanzar.

“Los latinos somos el futuro, y hay que prepararnos y preparar a nuestros hijos que tienen que tomar puestos importantes (…) Yo creo que el legado que cada hispano debe tener en el estado, es que le abran las puertas a los latinos para que en el futuro ellos se conviertan en líderes”